El director deportivo del Levante es el nuevo entrenador del equipo tras la salida de Javi Calleja.
El Levante está viviendo momentos convulsos. De los últimos 15 puntos el equipo que dirigía Javi Calleja solo ha conseguido cuatro de ellos. Esto supone alejarse de los puestos de playoff y la marcha del entrenador madrileño de la entidad. La marcha duele más si se echa la vista atrás y se ve lo conseguido la temporada pasado a sus mandos. Un levante que en la 22-23 se quedó a un fatídico penalti en la última jugada de la final del playoff de subir a primera, antes quedó tercero en la clasificación empatando a puntos con Las Palmas. La cara de Calleja tras el penalti lo decía todo y parece que el entrenador, a pesar de buenos momentos esta temporada, no ha logrado levantar cabeza tras ello.
El elegido para sustituirle ha sido el propio director deportivo del equipo, algo que no es común de ver que un cargo así adquiera esta responsabilidad. Felipe Miñambres dirigirá al equipo hasta final de temporada por lo que será el encargado de intentar levantar el vuelo y meter al equipo en puestos de promoción antes de las 15 jornadas de liga que quedan.
Etapa como jugador
Felipe Miñambres nace el 29 de abril de 1965 en Astorga, León. Se forma en el club de su pueblo natal y más tarde en el Zamora CF. Donde empieza a destacar en el mundo del fútbol es en el Sporting de Gijón, logrando debutar con el primer equipo en Primera División en la temporada 1987-88 frente al Cádiz. En la temporada siguiente se hace con un puesto titular como centrocampista, marcando hasta nueve goles en primera.
Pero el club que marcaría su carrera es el Tenerife, al cual llega en 1989. Estuvo hasta diez temporadas en el equipo canario y fue parte de la consolidación en primera del club y sus posteriores participaciones en la Copa de la UEFA. Cuando se produjo el descenso de los tinerfeños en 1999 decidió retirarse del fútbol a los 34 años.
Miñambres logró también ser parte del la selección española a la que fue convocado en varias ocasiones entre 1989 y 1994, logrando jugar en seis partidos y marcar dos goles con el combinado nacional. Desataca su participación en el mundial de 1994 de Estados Unidos. En total en su carrera como jugador disputó 472 partidos oficiales marcado 76 goles.
Una «carrera» como entrenador sin éxito
Retirarse como jugador no siempre significa retirarse del mundo del fútbol. Y es que nada más colgar las botas, Felipe Miñambres se incorporó a la dirección deportiva del Tenerife. Debido a una mala situación del equipo su debut como entrenador no se haría de esperar. En la 99-00 dirigiría un partido del primer equipo, siendo parte de uno de los hasta cuatro entrenadores de los canarios en esa temporada. Su primer paso a los banquillos ya era premonitoria de su función como «parche» en los banquillos.
A penas dos años después probaría suerte en los banquillos dirigiendo al Hércules CF, donde no llegó a acabar la temporada. En la 2003-04 firmaría por el Salamanca en Segunda División, logrando ejercer por primera y única vez el puesto de entrenador en una temporada de forma completa. Más tarde, continuó dirigiendo al Alicante CF y a la UE Lleida. La mayoría de sus temporadas fueron en Segunda B y fue despedido de todos sus clubes menos en el Alicante.
Vuelta a la dirección deportiva
En 2007 se le ofreció el puesto de director deportivo del Rayo Vallecano, cargo que ocupó hasta 2016. Durante estos años, concretamente en 2010 vivió una situación parecida a la actual. En ese momento los resultados del Rayo no eran positivos de la mano de Pepe Mel, al que se encargó de sustituir hasta final de temporada, dirigiendo los últimos 18 partidos que restaban de curso. Con un discreto rendimiento, el equipo quedó clasificado en undécima posición.
En 2016 llegó al Celta a ocupar el mismo puesto en la dirección deportiva que en Vallecas hasta que el Levante lo fichó en 2022. Ese mismo año tuvo que volver temporalmente a los banquillos tras la destitución de Mehdi Nafti. Este pequeño paréntesis como entrenador fue exitoso, acabando con una racha de cinco partidos sin vencer, imponiéndose de forma consecutiva al Mirandés y al Leganés.
