Marcos Llorente ha jugado en más de 5 posiciones diferentes a lo largo de esta temporada. Ayer volvió a probar hasta 3 diferentes en 90′.
Había una vez un jugador del que nadie sabía su posición. Un día lo veías por la derecha, otro día por la izquierda. Cuando menos te lo esperabas, aparecía por el centro. Rivales desconcertados, compañeros algo liados. Su nombre es Marcos Llorente. Una máquina sin pulir que llegó a las manos de un ingeniero loco, del que de un error ve una oportunidad y Marcos se convirtió en una de sus majestuosas creaciones. Un robot capaz de guardar y utilizar todos sus recursos al servicio de su jefe. Multiusos Llorente, dígame.
La lesión de Morata abría un nuevo abanico para la delantera colchonera. Sin el delantero estrella y máximo goleador rojiblanco, Simeone tenía que buscar una alternativa para el decisivo partido de Milán ante el Inter. Memphis partía con ventaja, Correa siempre está para aparecer en estos momentos. Sin embargo, el genio de la lámpara del banquillo atlético volvió a frotarla para sacarse una nueva solución. Marcos Llorente de delantero, un viejo truco al que siempre recurrir cuando tienes una urgencia. ¿Lo mejor? Siempre cumple. Dos goles y manita contra Las Palmas.
El multiusos de Milán
En uno de los partidos más importantes de la temporada, Llorente el multiusos volvió a aparecer. Marcos fue, de nuevo, la referencia que el Atleti necesitaba arriba, o al menos sobre el papel. Algo más de 50 minutos como delantero en ataque, interior derecho en defensa. Su rol fue más defensivo que ofensivo. Encargado de defender las peligrosas subidas de DiMarco, un puñal en ataque. En ataque, prácticamente desaparecido, no por él, sino por el planteamiento del partido. 0 disparos en todo el partido de Marcos. Dos papeles en la misma película, dos roles en el mismo juego. Marcos Llorente, tu multiusos de confianza. Sin embargo, esta masterclass de polivalencia no se iba a quedar aquí. El madrileño, como si de la gitana se tratara, todavía tenía guardadas más cartas para mostrar en el Giuseppe Meazza.
14 minutos duró en el medio del campo. Su posición natural, o eso se decía cuando se fichó, y la razón por la que se pagaron 40 millones al Real Madrid en ese verano de 2019. Sin embargo, a Mr. Polivalencia todavía le quedaba un último rol para esos 20 minutos que quedaban de encuentro. Nahuel Molina salió del partido y Llorente tuvo que retrasar aún más su posición. Ahora le tocaba ser carrilero derecho. Pero, aunque parezca increíble, Llorente no desentonó en ninguna de estas posiciones. Sus minutos fueron claves desde el ataque a la defensa, desde el carril a la delantera. Un multiusos del que siempre puedes confiar, al que siempre echar mano cuando una mancha emborrona tu día. No digas polivalencia, di Marcos Llorente.