Se ha acabado para el griego la racha de 5 años consecutivos entre los diez mejores del mundo
Tener cierto estatus no asegura mantenerse siempre entre los mejores, es el caso de Tsitsipas, que ha pasado de ser un jugador revelación a ser un futuro número 1, pero que en los últimos dos años ha protagonizado una de las mayores caídas de un tenista en el circuito. Por primera vez desde 2019, el griego Stefanos Tsitsipas no forma parte del Top-10.
La cúspide fatal fue esa derrota contra Taylor Fritz en el Open de Australia 2024, una eliminación que hacía peligrar mucho la situación de Tsitsipas, pues defendía final en Melbourne. Cayó varios puestos en el ranking, y para colmo, su salida de entre los diez primeros se ha debido a una victoria de Fritz la pasada semana en Delray Beach. ¿Se puede considerar que la caída del griego ha estado marcada por un verdugo llamado Fritz? Realmente no, esto solo ha sido la gota que ha colmado un vaso que se estaba llenando desde hacía tiempo.
Stefanos Tsitsipas, el tenista que revivió el revés a una mano y que ha tenido un ascenso fugaz en el circuito, pero que no ha sabido mantenerse, al menos estas dos últimas temporadas, en la élite. En Afición Deportiva nos hacemos preguntas: ¿Cómo ha sido la carrera de Tsitsipas hasta ahora? ¿Qué es lo que está fallando?
El ascenso
La llegada de este tenista al ojo mediático del tenis llegó a inicios del 2019, en el Open de Australia, un torneo que le ha dado tanto pero a la vez tan poco en su carrera. Tsitsipas iba a ganar al mismísimo Roger Federer en la cuarta ronda de Melbourne, edición donde haría semifinales. Por primera vez desde Marcos Baghdatis en 2006 hubo un griego en unas semifinales de Grand Slam: Tsitsipas empezó a dar de que hablar. A finales del 2019, Stefanos ganó las ATP Finals, el título más importante que ha levantado.
Tras un 2020 con tan solo un título (Marsella), el heleno firmó un muy convincente 2021. En aquella temporada, Tsitsipas jugó contra Novak Djokovic la final de Roland Garros. Una final muy recordada sobre todo por esa increíble remontada del serbio tras estar dos sets abajo, y es que tras dos años en la élite, Tsitsipas estuvo a nada de ser campeón de Grand Slam. Su progresión culminó en 2023 con una segunda final de major, esta vez en Australia. El griego se citaría, otra vez, con Novak Djokovic en una final de Grand Slam en la que quién ganase sería número 1 del mundo. Stefanos Tsitsipas estuvo a una victoria del olimpo del ranking, pero el ‘Dios de Australia’ le negó las puertas.
La caída
Desde que Tsitsipas perdiera el año pasado la final del Open de Australia, sus resultados han caído en picado, pues la temporada pasada tan solo ganó un título en Los Cabos. Muchos achacaron el bajón al padre y entrenador de Stefanos, Apostolos Tsitsipas. El propio tenista decidió apartarse de su padre en las canchas durante un tiempo, pero su nivel no mejoró. En la actualidad, Stefanos ha vuelto a trabajar con su padre. Lo positivo sigue sin salir. Por otro lado, si bien la confianza y la mentalidad lo es todo en el tenis, hay una debilidad la técnica en el juego del heleno: su revés a una mano.
Precisamente, lo preocupante en Tsitsipas viene cuando el que era su mejor golpe se ha convertido en su mayor enemigo. Ya no utiliza el revés, o al menos no le sale, para atacar, sino que lo emplea como un golpe defensivo y de contención. Un arma que ya no hace daño, hasta el punto de que facilita la agresividad de sus oponentes, es un golpe lento que ya no le sirve para ganar partidos. El golpe que daba dinero ahora provoca pérdidas.
La esperanza nunca se pierde
Lo bueno de hacer una temporada mala es que la siguiente no tienes nada que perder, por lo que siempre hay un ápice de esperanza para Tsitsipas, un tenista que enamoró a medio mundo, un jugador al que todos quieren ver brillar de nuevo. Estaremos esperándote, Stefanos Tsitsipas.