Pablo Barrios volvió a ser titular en el partido de ayer contra el Granada, sumando 80 minutos y dejando muy buenas sensaciones.
Hace ya dos meses, el Atlético certificaba en Rotterdam su pase para los octavos de final de la UEFA Champions League. A falta de una jornada de la fase de grupos, los de Simeone habían conseguido el objetivo principal, la clasificación, que años atrás tanto se había complicado. Fue una noche de felicidad para todos los seguidores colchoneros, pero que poco duró la alegría en casa del pobre. En menos de veinticuatro horas, un comunicado oficial del Atlético de Madrid anunciaba que Pablo Barrios se había roto el menisco externo de su rodilla izquierda. Desde entonces, el joven madrileño se ha perdido un total de nueve partidos.
El día que descubrí a Pablo Barrios, en aquel derbi de Uefa Youth League donde nos maravilló a todos con dos golazos extraordinarios, no pensé que en menos de un año y medio fuese a ser una pieza clave en el primer equipo. Y es que la ausencia de Barrios en el equipo se ha notado, y mucho. Han sido cuatro derrotas y un empate mientras el de Moratalaz estaba lesionado. También lo ha notado Koke, que ha tenido que jugar todo sin poder rotar.
Y sin duda, el que más ha notado su ausencia ha sido Diego Pablo Simeone. El canterano reapareció en el partido de copa ante el Real Madrid y ayer volvió a la titularidad en el Nuevo Los Cármenes. Porque tener a Pablo sobre el verde, es tener un soplo de aire fresco. Un jugador versátil, que puede desempeñar la función de interior o de pivote como ya demostró a principio de temporada, cuando Koke estuvo más de un mes fuera de los terrenos de juego. No le tiemblan las piernas. Se ofrece para sacar el balón jugado. Mira hacia delante, y es capaz de llevar el timón del equipo a pesar de su corta edad.
La vuelta de Barrios hace también respirar a la directiva del Atlético. El regreso del canterano, es otro motivo mas para no gastarse dinero en este mercado invernal. A pesar de que Simeone lleva pidiendo meses el fichaje inminente de un «cinco», no parece que vaya a llegar nada en los ocho días que restan de mercado, a no ser que antes salga algún jugador de la actual plantilla. (Parece inexplicable que un equipo que lleva clasificándose a Liga de Campeones durante once años seguidos, dependa aún de las salidas para poder tener algún refuerzo de garantías).