El Elche CF de Sebastián Beccacece cayó ante el Cartagena FC con remontada incluida y ya prepara el duelo ante el Real Oviedo
La Segunda División es como una montaña a la que tienes que llegar a la cima, un largo camino que te lleva por la amargura o por la felicidad, aunque más bien por las dos. Una travesía en la que te caes, te tropiezas y hay muchos que se quedan por el camino. Pero hay otros que eso no se lo pueden permitir. Otros que deben levantarse y recordar, cada vez que caigan, que ese camino no lo hacen solos, que cada zancada la dan por casi 19.000 personas que confían en ellos, cada obstáculo es evitado por 500 personas que se dejan la garganta por un solo motivo, el Elche CF. Por ello, llegar a la cima es para pocos, muy pocos. Sin embargo, la recompensa es eterna.
Ahora, volviendo al fútbol, hay que traducirlo al Elche CF y entender que cada golpe es solo un obstáculo de esta larga escalada por llegar a la cima. Es cierto, que la temporada no empezó como tenía que hacerlo. Aunque, si pensamos en lo vivido en los últimos meses, siendo el conjunto franjiverde el mejor equipo de los últimos diez partidos entenderemos el por qué del comienzo. Sebastián Beccacece fue muy claro en sus declaraciones tras el trágico mercado de verano: «Ya no tenemos una de las mejores plantillas de la categoría». Pero, lo más importante es cuando dejó claro que partía de cero, que tenía que reconstruir y formar, otra vez, un equipo competitivo, un equipo preparado no solo para jugar partidos, sino para convivir una larga y dura temporada. Y así ha sido, y no creo que hayan dudas de ello, a pesar de que la derrota pueda empañar nuestros ojos.
El partido en Gijón sembró un antes y un después en Sebastián Beccacece y toda la plantilla. Es evidente que los jugadores querían que el técnico argentino siguiera a cargo del banquillo del Elche CF. Al menos, el abrazo tan real entre Fidel y Beccacece tras el gol de Borja Garcés frente al Andorra lo refleja. Es más, a partir de ese inesperado, pero muy celebrado gol en los últimos minutos de partido debería entrar en un futuro museo del Martínez Valero, siempre y cuando llegue el ascenso.
Ahora, tras la derrota en el Martínez Valero frente al Cartagena que evitó el ‘póker’ de victorias seguidas en el templo franjiverde parece que ha llegado el abismo en los aficionados ilicitanos. Es cierto que haberte visto en puestos de promoción al descanso interfiere en tu día a día, es mi caso. Pero, lo mismo nos pasó en 2020 con el Alcorcón y, una semana más tarde ganábamos al Almería fuera de casa. No queda más remedio, confiar y animar. A lo mejor hace una semana no era obligatorio ganar en el Carlos Tartiere, ahora es el momento de saber que somos superiores y capaces de ganar a cualquiera. Y como manifestó Sebastián Beccacece en RDP, nadie es mejor que el Elche jugando al fútbol.
Y, por último, necesito hablar del sueño, porque si alguien aún no lo sabe, el Elche CF no busca ascender a Primera División, este equipo busca soñar por lo más grande; mismo significado, diferentes palabras. Esta jornada ha alejado un poco más el ascenso directo estando, ahora mismo, a seis puntos. Sin embargo, tan solo a dos puntos pasa el playoff y las aspiraciones de los chicos de Beccacece por terminar el año en puestos privilegiados.
Un año que se cierra con un último partido frente al Mirandés en casa. Quién nos lo iba a decir, justo hace un año que íbamos a recuperar la ilusión. Aún recuerdo el partido contra el Celta, ahí pude ver la realidad que aún no había querido creer. Y, ahora, otra vez enganchado a este sentimiento, que no lo olvidemos y que los resultados nunca lo empañen, un sentimiento centenario. Porque las temporadas pasarán, pero como el Elche CF ha titulado este año, ‘Todos Juntos’ somos más fuertes.