El partido en Pamplona dejó varias malas noticias y datos que no hacen ser muy optimistas a los aficionados del Granada. Los nazaríes afrontarán su duelo contra el Villarreal con cinco bajas confirmadas
La derrota por 2-0 en el estadio El Sadar del Granada ha dejado, obviando el resultado, bastantes malas noticias para el conjunto de Paco López. Tanto a nivel clasificatorio como a nivel de efectivos de cara a próximos compromisos.
Los rojiblancos ocupan la decimonovena posición de La Liga EA Sports desde hace varias semanas. Aunque los tres empates previos al choque en Navarra hacían presagiar que el equipo estaba sufriendo una mejora, como así fue, tanto en juego como en puntos. Con 25 goles en contra en las diez primeras fechas es el segundo equipo que más goles recibe de todo el campeonato. Solo por detrás de la UD Almería que ha encajado 29 tantos. Una losa que pesa a un equipo que juega a proponer y a llevar el control del partido y que según estos datos encaja 2,5 goles por encuentro. Además supone el peor arranque del Granada en los últimos 79 años.
A estos datos defensivos hay que sumar el de las victorias, solo lleva una (ante el Mallorca en el Nuevo Los Cármenes) en diez encuentros. Es el tercer peor arranque de la historia del Granada en Primera División. La «parte positiva» es que sus rivales directos han pinchado también este fin de semana y salir del descenso está a solo tres puntos.
Pero por si los datos no fueran suficientes noticias negativas para los granadinistas hay que sumar las lesiones. El club comunicó el domingo las lesiones de Miguel Rubio, lesionado en El Sadar, que posee un esguince de grado II en su tobillo derecho y Jesús Vallejo, que no ha llegado a jugar más de un partido completo ante el Atlético de Madrid y seis minutos ante el FC Barcelona. En el caso del aragonés sufre una lesión fibrilar en el isquiosural izquierdo. Ambos estarán pendientes de evolución. Antes de estas dos bajas ya estaba la del guardameta Raúl Fernández con problemas en un dedo de la mano.
La línea defensiva ya estaba en el punto de mira desde el inicio de temporada, ya que se ha visto sobrepasada en muchos tramos de la temporada. No se ha traído ningún jugador libre para reforzarla zaga. Y ahora solo con Torrente e Ignasi Miquel como centrales puros y el sempiterno Víctor Díaz, el Granada deberá mejorar en defensa si quiere lograr mejores resultados.
Sancionados
A los problemas de personal en defensa con las lesiones se han sumado también los de las sanciones en mediocampo y delantera. Gumbau cumplió ciclo de tarjetas ante Osasuna, por lo que se perderá el choque ante los grogets el próximo lunes, al igual que Lucas Boyé. El argentino fue expulsado con roja directa y será la baja más sensible que tenga el Granada en ataque en el próximo partido. Muchos problemas y pocas alegrías.