El lunes 1 de agosto Rober Pier firmó su nuevo contrato con el Real Sporting de Gijón. El polivalente central firma por 2 temporadas y pone fin a 7 años de Rober Pier en el Levante. A pesar de las intentonas por parte del club granota, el central gallego cambia de aires en lo que será su tercer equipo.
Hasta 3 presentaciones
Hace 7 años un Levante en 2ª división consiguió la primera cesión del defensor de 21 años con el beneplácito del Deportivo de La Coruña. Esta fórmula se repitió 2 veces. En total Rober Pier volvió al Levante en 3 ocasiones con la etiqueta de cedido. Su vinculación contractual con el Depor caducó en 2019. Ese mismo verano el Levante aprovechó para ficharlo definitivamente hasta 2022 con opción a un año adicional. Su marcha lo deja como el 14º jugador con más partidos de la historia del club granota.
Proactivo a las circunstancias
Su paso por Orriols dejó patente su capacidad proactiva defensiva. Aunque el Sporting venda el fichaje de un central, es un comodín. Su debut oficial se produjo en la jornada 7 de la temporada 16/17 en el lateral derecho durante un derbi entre Elche y Levante. Pronto pasó al centro de la defensa y finalizando la temporada, Juan Muñiz recurrió de su figura para rellenar el hueco de pivote defensivo tras la marcha de Natxo Insa. Durante las siguientes temporadas volvió a pasar por cada una de las demarcaciones. Sin embargo, aquella donde mantuvo regularidad fue en la pareja de centrales.

Las causas de su salida
Pese a conseguir un ascenso, 5 permanencias y defender los intereses del Levante durante tanto tiempo, hecho cada vez más insólito en los equipos humildes, el buen recuerdo que podría tener el aficionado granota sobre el jugador se emborrona por muchos episodios que terminaron en hecatombe.
Un jugador capaz de lo mejor y lo peor. Su habilidad con los pies ha dado y quitado mucho al Levante. Son muchos los goles encajados por errores en conducción y cesiones al rival, igual que actuaciones milagrosas que han salvado plurales desgracias. Episodios repetitivos que bipolarizaron el sentido de la crítica. Se produjo un ambiente que no pasó desapercibido por el jugador, creando un aura tenso entre grada y central.
La acción que decantó definitivamente la opinión pública se produjo en la final por el regreso a la 1ª división. En el decisivo partido entre el Levante y Alavés, llegado el 126 de la prórroga el balón rebotó en la mano de Rober Pier después de golpear en su cuerpo. Un escenario con la que los árbitros se habían mantenido recelosos a señalar la pena máxima, cayó cruz para Rober Pier y el levantinismo.
El penalti se transformó, dejando al Levante sin ascenso y todos los focos iluminando a Rober Pier. Tras muchas críticas, la losa de culpabilidad pesa demasiado sobre un jugador que siempre demostró madurez para sobreponerse a los contundentes mensajes del entorno levantinista. La oferta del Sporting gana la partida a los conocidos intereses del Levante y Mirandés. El Sporting da un salto de calidad en defensa… y espectáculo.